Perdón Presidencial

Ha pedido perdón de manera oficial, el Presidente del Vaticano, por los frecuentes abusos a menores, en representación  de curas de diversas nacionalidades destacados en distintos países.

¡Es un buen comienzo, lo es!

Mas no todo lo que brilla suele ser oro. Son muchas las demandas y abundantes los años en que se viene tratando el desgarrador tema. Sin que llegue a oído receptor. Incluso el recién estrenado “Santo” de Polonia, los ignoró hasta el punto de besar al líder de los pederastas eclesiásticos, Sr. Marcial Marcel,  fundador de los Legionarios de Cristo.

Que existe pederastia en todo el mundo, es una lamentable realidad, se debe a inmensidad de factores objetivos, subjetivos que provocan esta desviación sexual.

Sin embargo dentro de una organización que se dice seguidora de aquel que dijo: Dejad que los tales (niños) vengan a mí y no se lo impidáis, refleja el deterioro moral de sus miembros y el alto grado de impunidad y descaro oficiales, tanto de la Curia Romana, como de los diversos Estados donde se han suscitado  este tipo de delitos.

De poco sirve un perdón sin atacar los males a fondo. La sociedad exige un castigo ejemplar a los culpables. Tal vez se disminuya todo el escandalo ahora que se ha pedido de manera formal disculpas. Los seres humanos somos en general olvidadizos.

Así como hemos olvidado: que hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Habremos olvidado este depravado asunto mañana y solo quedará en la conciencia de los afectados, el tener que cargar con traumas que jamás podrá comprar dinero alguno.