Dependiendo el humor con que
se enfoque dicho tema, podremos afirmar que es algo de ciencia ficción,
realismo mágico o trágico. Novela negra, literatura barroca o drama griego.
Vida privada no es saber lo que
todo el mundo sabe, por eso ciertas personas no la tienen.
Es saber exactamente lo
contrario. Lo que se trama dentro y se comparte con otros y por supuesto puede
afectar a terceros.
Porque si fuera saber por saber,
para eso existe el chisme que no lo supera, ni la mejor novela de nuestras
televisoras.
Un buen chisme, activa mecanismos
sofisticados del cerebro, que operan como resortes de ágil desempeño, se deja
todo y se presta oídos, hay que estar informados, nadie sabe en qué momento esa
información nos va a ser útil.
No existe la vida privada como
concepto al que aferrarse, más de un
organismo sabe lo suficiente de nosotros para poder ofrecer un juicio de valor.
Y el resto, aquel que creemos
intocado, a salvo de los cuestionamientos. Depende de qué tan importante se
vuelva nuestro proyecto de vida.
Saber quién es quién, permite a
los gobiernos tomar ciertas decisiones, de muchas índoles, desde aplicar
programas de salud pública hasta evitar terrorismo o vandalismo.
Estoy seguro que todos los países
saben más de tres cosas de sus habitantes. Por seguridad nacional nada más, sin
tocar otros puntos.
Extender un pasaporte, requiere
de cierta cantidad de información.
Expiar es una ciencia en pleno
desarrollo. Casi todas las embajadas del
mundo son nidos de espías.
Agencias creadas al efecto. Con doble propósito.
Secretos bancarios que son codiciados por violadores cibernéticos.
La lista no acaba nunca.
Si algunos hombres de buena fe,
creen que las Cartas Magnas los defienden de estas trasgresiones, deberían
probar a demandar al Estado.
Podría ser el próximo libro de moda,
pero nunca sabríamos a ciencia cierta que pasa, en todos los aspectos.
Sabemos no solo que nos observan,
saben más de nosotros que lo imaginado por nuestras propias mentes.
Como viví durante 25 años bajo
una dictadura totalitaria, sé muy bien el tema.
Y eso que en mi país de origen el
90 % de la información personal, es recabada por los CDR (Comité de Defensa de
la Revolución) de manera directa. ¡Y cuidado se le ocurra a alguien falsear
datos!
Y todas las Embajadas cubanas tienen
su propio equipo de espías profesionales, incluso hasta en la misma Agencia de
Inteligencia de los EEUU tienen incrustados agentes secretos.
¿Estados Unidos espía a México, y
creen que México no hace otro tanto con ellos y con otros países?
Ninguno se salva de ser espiado.
El aceptarlo nos evita sufrir manías
persecutorias y falsas expectativas de nuestros gobiernos. ¡No somos más que piezas en un
juego donde no se puede confiar en nadie!