La moral del hombre nuevo, el empleo por cuenta propia y la familia real en Cuba

Acaba 2010, un año difícil para Cuba. Sigo con interés todas las noticias generadas desde la isla y desde algunos puntos del exterior. Tratando de sortear una desgracia creada por ellos mismos , el General impuesto, toma medidas desesperadas para demorar el desastre final que se les viene encima y que no encuentran  la posibilidad de evitar.

Se toman medidas que no están soportadas por ningún fundamento ideológico , al que nunca han estado liados de manera formal y se lanzan en una serie de parches a la deteriorada vida moral y económica en la patria.

Desprenderse de manera inmediata del lastre que significa mantener todo un ejercito de burócratas ineficientes y dependientes de la limosna oficial,  sin ser productivos  verdaderamente.
 es cosa común en cualquier país del mundo ,pero debe ser muy real la carencia de recursos oficiales en Cuba , para que contrario a las disposiciones estratégicas de la tiranía, tomaran esta medida tan precipitadamente.

A la calle y sin ropa, ahora tendrán que "curralar" con sus propios recursos y enfrentarse a una recesión que suma ya muchos años de miseria .

En cualquier democracia de quinta categoría de esta América nuestra, el cambio de administración dejaría al menos entrar algo de aire fresco , pero en la otrora azucarera del mundo , los viejos e ineptos conductores optan por reciclar viejos esquemas muy vistos del propio capitalismo y pretenden poner en marcha una economía colapsada por su propia ineficacia, con paliativos conocidos desde hace millones de años, evitando cualquier tipo de referencia a un cambio de mando hacia una democracia representativa único recurso valido para un cambio verdadero.

Todos los estudiosos saben que estas medidas desesperadas son como dar una aspirina a un enfermo terminal.

Oficialmente estamos ante un 2011, que revolcará cuanto pragmatismo sea necesario para retardar la caída al vació que llevan desde hace años. Esperemos que sorpresas más nos regala la era Rauliana, en la empobrecida isla esclavizada.