miércoles, 30 de septiembre de 2009

POR SIEMPRE VIVO.

Que puedo regalarme, si no el placer de saberte inmortal. Tango mío. Hermoso. Arrabalero. Indigno de los salones que antaño te ignoraron. Hoy das la nota más esbelta. Hoy mi alma danza en tus compases.Hoy dobló sus manos la miseria y te erigió una estatua merecida. Para todos los Porteños y amantes de la música Rioplatense.
Mi afecto y mi amor sincero.
Al Tango: Patrimonio de la Humanidad.

A mi abuelo Sebastian, el mas macanudo de los tipos, un gran beso.



Todos se han marchado en esta Noche Triste
para vagar sin sombras que mortifiquen
la madeja de sus sueños

A celebrar al fin que la burla les concede
permiso para existir

Como si la vida fuera necesidad de otros
en ausencias divinas que permiten
vivir a gusto en soles no olvidados

Juntos por dar al cuerpo la libertad que deja
una ola que olvido mirar de frente
al solitario muelle

Los viejos adoquines del puerto danzan
entre las gotas de sudor
alguna otra de sangre

Lágrima de la nostalgia un tango nuevo.

Vida Sana

Dicen que todos los días hay que comer manzana, por el hierro y un plátano, por el potasio…y también una naranja, por la vitamina C.

Y una taza de té verde, rica en antioxidantes,
Y sin azúcar, para evitar la diabetes.

Todos los días hay que beber, al menos, dos litros de agua.

Sí!...y mearlos!...que lleva como el doble del tiempo que llevó tragártelos.

Todos los días hay que tomarse un yogurt o un Actimel para tener “L.Cassei Defensis”, que nadie sabe qué coño es; pero parece que si no te zampas un millón y medio todos los días, no vas a estar en forma.

Cada día una aspirina, para prevenir los infartos. Y un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro blanco, para el sistema nervioso. Y uno de cerveza, que ya no me acuerdo para qué era. Si te tomas todo junto aunque te dé un derrame ahí mismo, probablemente ni te enteres.

Todos los días hay que comer fibra. Mucha, muchísima fibra, hasta que logres cagar como para tejer un jersey.

Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado.

Haciendo el calculo, sólo en comer se te van cinco horitas.

Ah! Y lavarte los dientes después. Después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Actimel los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes…y así mientras tengas dientes. Y pasarte hilo dental, masajeador de encías, buches con colutorio…

Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar, varias horas por día, ahí adentro.

Hay que dormir ocho horas…y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te ocurra algo especial.

Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes: todos los días hay que caminar por lo menos media hora. (Dato por experiencia: a los 15 minutos vete volviendo, si no la media hora se te hace una). Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo.

Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios, para contrarrestar la información.

Ah! Hay que tener sexo todos los días, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción. Eso lleva su tiempo. ¡Y ni qué hablar si es sexo tántrico!!! (Te recuerdo: después de cada comida hay que cepillarse los dientes!!!)
También hay que hacerse tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te digo si tienes perro o mascota…hijos??!!! A esta altura puedes ir considerando el suicidio como opción válida. En fin: a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias.

La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: te duchas con agua fría y con la boca abierta, así mientras tomas agua, sales del baño con el cepillo de dientes en la boca y le vas haciendo el amor a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta, mientras barres con una escoba metida en el esfínter. ¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos. ¡Y a tus padres!!

Tómate el vino, te va a hacer falta, el yogurt Bio con la manzana, te lo puede dar tu pareja mientras se come la banana con el Actimel y mañana cambiáis.

Y menos mal que ya crecimos, porque si no, nos tendríamos que clavar un Danonino Extra calcio y un Petisuisss todos los días. ¡Úuuuf!

Y ahora te dejo porque entre el yogur Activia, el medio pomelo, la cerveza, el primer litro de agua y la tercera comida con fibra del día, ya no sé qué me estoy haciendo pero necesito ir al baño urgente.

Ah!, ya que estoy, aprovecho y me llevo el cepillo de dientes.

Adioooooosss!!!!



martes, 29 de septiembre de 2009

HAIKUS. Exodo.


Golfo de Adén
la misteriosa letra
dada sin temer.

PRETEXTOS



Ahora quiero sentarme en este rincón del tiempo a recordar tu imagen, a sentir en mi memoria tus caricias, tus palabras. Ahora estoy justo en el lugar prohibido para los dos, disfrutando de ese atardecer donde algún día nos encontraremos, viendo como el tiempo que ha pasado regresa a mi rostro y se disculpa, me obsequia ese perdón por haber transcurrido sin detenerse y no sé por qué no lo odio, no se por qué me sonrío y salgo a caminar y no me detengo, no quiero detenerme ahora porque ya estoy en tus labios tatuando ese beso cargado de amor, porque ya estoy justo en tu destino regalandote ese abrazo que tantas veces solicitaste con los brazos abiertos.

Ahora quiero escribir un poema, no será el poema más hermoso del mundo, no será el poema más exclusivo, no será el poema escrito por la mano del tiempo, tampoco será el poema que leeras en los muros de la ciudad, es solo ese poema que leeras desde tu corazón, es solo ese poema que esconderás de las miradas ajenas, es solo ese poema que caerá al piso mientras me abrazas y me das las gracias desde ese beso tierno y largo.

Ahora estoy sentado en esta esquina de la ciudad donde se que llegarás desde tu lejanía para darme un abrazo y acurrucarte en mis caricias...

JULIO ANTONIO RODRIGUEZ SANTANA


lunes, 28 de septiembre de 2009

La Gitana Tropical de Víctor Manuel.


Pintada en París en 1929, Gitana tropical pertenece a los años iniciales del pintor Víctor Manuel García cuando su pintura ejerce un servicio de sacudida y fundación.


Aquí están presentes los componentes esenciales de su imaginación plástica: Gauguin como punto de partida de su percepción poética; una discreta presencia cezanniana; los primitivos italianos, Modigliani, Marie Laurencin.

Pero su definitivo carácter americano es puesto de relieve por el propio autor: “Es una mestiza, una mulata, pero le puse ojos rasgados de india del Perú, de México...”. Tan heterogéneos ingredientes son recompuestos a partir de una intuición unitaria que convierte a esta obra en el símbolo central de la poética victormanuelina.


Gitana tropical es la imagen que más fascinación ha ejercido entre los espectadores, al punto de convertirse, como una especie de Gioconda americana, en el primer clásico del modernismo pictórico cubano.

Fuente: Boletín Digital La Ventana Abierta del Museo Nacional de Bellas Artes.

Mi amigo Azul



Normalmente cuando se habla de un color no lo asociamos a una persona, al menos, yo no lo hago. Bueno no lo hacía. Hace ya un buen tiempo conocí a una persona azul.


Esto de escribir no se me da muy bien, pero intentaré explicar como descubrí que él es azul. Independientemente que el azul sea su color favorito, cuando lo conoces, lo tratas, lo escuchas hablar y lees lo que escribes no te queda la menor duda que es mucho más que una simple preferencia por un color.


Él es azul porque se reproduce a través de luces, resalta con fuerza sobre cualquier otro fondo de color, como el cielo. Es azul cómo un cuadro que vi hace un tiempo en el museo de arte contemporáneo de Lisboa que era de una tonalidad única y él es único.


Dicen que la filosofía se representa por el color azul y él es filosófico. A veces parece estar triste y la tristeza está relacionada con el “blues”, una vez más azul.


En términos médicos el azul está relacionado con las venas que llevan la sangre al corazón y él tiene mucho corazón.


El agua no es del todo transparente tiene una ligera tonalidad azulada y él es azul transparente si lo sabes mirar.


El color azul simboliza a la templanza y la inocencia, a la piedad, dulzura, felicidad, perseverancia, recompensa y lealtad; y él tiene todas esas tonalidades.


Y como si no fuera suficiente vive en México y allí se usa mucho en las fachadas de las casas el color Azul Rey.


Por todo eso y mucho más mi amigo es azul.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Sin alma.

Un convite de mascaras
una frialdad de muerte

Recorre la visión del vigía
en el solitario puerto

Donde la nave encapsulada
espera la partida

Al infierno simbólico

Prometido

Irreversible

Olimpo falso que se crearon
a la sombra de sus bacanales

Ebrios de consignas
de vino y falsas conquistas
que jamás existieron.

jueves, 24 de septiembre de 2009

ESTADO PROPIO (III)



Yo quería abrir esa puerta de cedro enmohecida, dejar pasar los misterios hasta los espacios simples de la tarde, corroer todas esas palabras sin sentido que se disuelven en las conversaciones y que jamás sale la protesta, no hay sentido, no hay caminos curvos ni la suave pared de los espejos, quebrada o no por aquellas raíces de los árboles que despojan la primavera de sus cantos, ya no existe el tiempo, desapareció en un exilio de voces que no llega desde la lejanía y es la soledad quien descubre como son los pasos marcados en la arena de aquella playa donde nace el olvido.

Yo quería caminar de espaldas a lo siniestro, no hacer caso a las voces que salen del dolor, a las heridas que supuran desprecio, que anidan desde lo alto del campanario para caer sobre nuestras cabezas en cada campanada donde Dios camina despacio en busca de nuestras filosofías, pero es tarde, muy tarde en esta encerrada isla donde la monotonía es la similitud entre dos almas que no se conocen y amanece o no, a quién le importa el color de una canción si no hay altavoces suficientes para sentir el desprecio, si las imágenes no quieren encerrar la voluntad y si el doble espacio entre el rostro y la manera de soñar.

Yo quería regresar a mi soledad y buscar ese beso inolvidable, encontrarme con esas caricias que tantas veces arroje por la ventana del desprecio y no hay milagros, no hay destino, no hay ese regreso tan esquivo y perverso como la acidez de esa lluvia desprotegida. No hay ni siquiera respuestas que buscar, no hay pasión, no hay lágrimas que quieran anunciar la felicidad o el dolor, no hay tiempo. Se está marchitando el destino por ese camino tan desvencijado como el libro de versos prohibido que sobrevive a esos registros de memoria donde la sensación de gritar libertad es solo un espejismo, una especie de canto silencioso que se esconde en la esquina divina del tiempo.

Yo quería cantar una canción al destino, a esas enredaderas que se están muriendo por la falta de cambios, por la falta de pasiones y guitarras y por ello caminé sin volver el rostro, camine sin dejar de pisar a los que estaban dormidos en el Olimpo de la palabra, camine por encima de tanta sangre que nos ha salpicado porque hemos sido cómplices de la voluntad, porque hemos maldecido cuando tan solo el sol desapareció en vez de ir tras él. Yo quería cantar esa canción sin que naciera la cobardía y no pude, mi garganta necesitaba de arpegios más estridentes, mi sudor necesitaba más agua para nacer y quedé con los deseos de cantar mi silencio, quedé con los deseos de pintar una sola nota musical en aquella pared de ladrillos podridos, donde nació la muerte anunciada y se quedó sin respuesta.

Yo he querido hacer tantas cosas que tan solo he podido escribir cada uno de mis deseos, cada uno de mis lamentos, cada fragmento de esa gota de miel desperdigada por la tarde y no puedo callar, debo continuar escribiendo mis deseos, quien sabe si al escribir la última palabra una rosa se desprenda desde un abrazo y comience de nuevo por esa primera vocal que jamás llegó, por ese aniversario que tantas veces intento recordarme el camino del comienzo y retorno a él, a buscarme, a sentir ese sonido inevitable de mi alma y tomo la pluma y escribo sobre el tiempo y comienzo a sentir un abrazo de recuerdos.

Julio Antonio Rodríguez Santana



Tomado del blog Estados de Ánimo

El rompimiento (fragmento) - Rachel de Queiroz



Frente a la mesa, a unos tres metros de distancia, había apenas un sillón de madera, supuestamente destinado a banquillo de los acusados, o más bien, al reo, que sería yo. El negro –le llamo así porque tampoco nunca supe su nombre se presentó en pantalón y camiseta sin mangas, de esas que sólo se veían entonces en los estibadores del muelle del puerto. Quizá se vistiese así como signo de su gran politización. Los dos que le flanqueaban usaban ropas comunes. Yo, obediente, me senté en el banquillo de los acusados. El presidente, declarando que acababa de llegar de la Unión Soviética (ellos jamás decían Rusia), traía órdenes expresas de corregir las desviaciones de los intelectuales. Afirmó haber leído atentamente mi novela. Y concluyó que no podía recibir permiso para publicarse sin hacer importantes modificaciones en la trama, cargada de prejuicios contra la clase obrera. Por ejemplo: una de las heroínas, muchacha rica, rubia, hija de un hacendado, era una doncella intocada. En cambio la otra, de clase inferior, era prostituta. Yo debería, entonces, hacer de la rubia la prostituta y de la otra la muchacha honesta. Joao Miguel, "campesino", borracho, asesinaba a otro "campesino". El muerto debería ser Joao Miguel, y el asesino pasaría de "campesino" a patrón. Igualmente me indicó otras modificaciones menores, terminando por sentenciar: "Si no se hacen esas modificaciones básicas, no podemos permitir que la compañera publique su novela."
Tenía él en sus manos, en un rollo de papel ceniciento, la única copia del libro que yo poseía, mal mecanografiada por mí misma, en mi vieja Corona. Me levanté, parsimoniosamente, del banquillo. Llegué a la mesa, extendí la mano y pedí los originales para que pudiese trabajar las modificaciones exigidas. El hombre, severo, me entregó el rollo. Yo miré para atrás y vi que estaba abierta la puerta del galpón, su única salida. Y, en vez de regresar al banquillo, avance hasta la mitad de la sala, giré para la mesa y dije en voz alta y tranquila: "¡Yo no reconozco en los compañeros condiciones literarias para opinar sobre mi obra. No voy a hacer ninguna corrección. Y pásenla bien!"
Me dirigí hacia la puerta y eché a correr. En verdad, yo estaba muriéndome de miedo en aquel local solitario, con aquellos hombres mal encarados. Para mi buena fortuna, en la parada junto a la calzada, un tranvía estaba parado y a punto de partir. Me tomé de las asideras, subí al tranvía ya en movimiento y me senté entre victoriosa y aterrorizada. "

Rachel de Queiroz (Brasil, 1910-2003) - Novelista y cronista brasileña, la primera mujer académica de Brasil. Nació en Fortaleza, estado de Ceará, y vive en Río de Janeiro. Con la publicación de O quinze (El quince, 1930) se transformó en la única representante femenina de la novela nordestina (del noreste del país). En sus libros, O Quinze (1930), João Miguel (Juan Miguel, 1932), Camino de piedras (1937) y Las tres Marías (1939), fue perfeccionando su temática social y regionalista. Dora, Doralina (1975) y Memorial de Maria Moura (1992) son sus novelas más recientes. Ha publicado diversas recopilaciones de crónicas periodísticas, de entre ellas la más reciente es Falso mar, falso mundo (2002), que recoge textos escritos entre 1993 y 2000. También se dedica a la literatura infantil: El pequeño mágico (1971). Es autora de varias piezas teatrales, como Lapaiãio (1953) y La beata María de Egipto (1958). Entre los numerosos galardones que ha recibido se cuentan el Premio Machado de Assis que concede la Academia Brasileña de las Letras (1957), Premio Jabuti de literatura infantil (1969), Premio Nacional de Literatura de Brasilia (1980) y Premio Camões (1993). En 1970 la Academia Brasileña de las Letras cambió sus estatutos para nombrar a Rachel de Queiroz la primera mujer académica de Brasil. ©

El Poder de la Palabra

Una Imagen vale más que mil palabras


miércoles, 23 de septiembre de 2009



Estoy triste


Mis ojos están rojos

Lágrimas que no puedo contener

Sentidas con dolor y angustia hieren

Dentro de mí explotan

Juegan con mi cabeza

Como si no fuera bastante

Juegan con el sentimiento puro

Que tengo dentro

Sentimiento que está siempre listo

Que provoca reír o llorar

De felicidad y que por un tiempo

Manifesté segura de que era

El momento exacto para ello

Las cosas no son así de simple

El mundo es así –dicen

La vida es así – dicen

Llena de seres iguales

Que piensan igual sin prosperar

Se inspiran en lo “mismo”

De ser siempre iguales

Al combatir unidos contra

Los ingenuos de la guerra.

martes, 22 de septiembre de 2009

Una historia ajena.


Había una vez una historia falsa. Desconocida. Jamás dijo su nombre. Presumida. La cuestionó por ello el Gran Silencio. Ni lo miró. La lluvia cae sobre ella empapando su ilustre asunto, pero es ignorada. Las plumas de ganso se sintieron relegadas a un plano bochornoso. El papel sospecha que es usado. Las palabras se vuelven cómplices ante tal situación indescriptible.
Un golpe de viento pasa raudo y carga con ella. Nadie pregunta a donde la lleva. Comenzará otro ciclo de mentiras en algún sitio lejano.

La vaca de Godo.


Amiguitos no los olvido. La Srta.Inspiración A. Punto, me ha visitado y raudo les comparto lo dejado para ustedes. Un besito.



Godo el Visigodo
cambio de casaca
se compró una vaca
pero estaba flaca
y como buen godo
la vistió de alpaca
le puso un arete
y se fue de fiesta
con su vaca flaca
con arete de oro
y cantando solo.

Camino al mercado
al llegar cansado
se queda dormido
y la flaca vaca
de arete de oro
y traje de alpaca
se fue muy discreta
a buscarse un novio.

Al encuentro.


Estaré, quien sabe si estaré



Estar es presentir
saber que se ha llegado
solo eso

Ir a mi encuentro
sabiendo que busco un objetivo
después todo es camino
abrojos
tropiezos

Estaré, quien sabe si estaré

Ni las piedras, ni el pasto, ni las hormigas
compañeros de tal viaje
saben revelarme el rumbo

Sólo Dios sabe
el motivo que me anima
a confiar
a esperar

Acierto en lo que aspiro
si es debido llegaré,
si es debido
al final del camino.


pintura: Carlos Jacanamijoy. De los caminos del viento.

Bebo & Cigala - Se me olvidó que te olvidé


lunes, 21 de septiembre de 2009

¡Papá...me están secuestrando.!


2:00 pm. Acabo de llegar del trabajo, saludo a mi hija que baña a la perrita. Me cambio de ropa y conecto la computadora. Suena el celular.
¡Papá... papá, me están metiendo a la fuerza en una camioneta, ayúdame papá!... el reclamo es desgarrador.
La voz se apaga de pronto. Señor, escúcheme, quiero ponerme de acuerdo con usted...
No tengo nada que hablar contigo. Corto la llamada. Pero estoy temblando.
Marco automáticamente el número de la casa de mi hija que vive en otro estado. Pregunto por ella. Esta trabajando repaso con su madre el número de su celular y me despido sin dar razón de tal llamada.
Ella esta bien, lo compruebo al oír su voz tranquila y preguntarle como va todo, me despido sin dar explicación.
Llamo a otro hijo que estudia a esa hora. No responde el teléfono. Intento hacerlo al celular de mi esposa. No responde. Dejo mensajes urgentes para ambos. En unos minutos eternos, me llama mi hijo, esta en el gimnasio de la escuela, todo bien. Respiro... y comienzo a llorar.
Esto no es un cuento de terror es la calidad de vida en un México, desconocido. Secuestro express, violencia, robo, miedo.
He sido victima de una oleada de delincuentes que extorsionan telefónicamente.
Llamo al 066 número de la policía para intentar iniciar un tramite de investigación. El número usado por los delincuentes esta grabado en mi teléfono. Una voz femenina me atiende con amabilidad, me indica llamar a un número especial para este tipo de delito. Un disco responde fríamente, en estos momentos todas las líneas están ocupadas, favor de llamar más tarde.

sábado, 19 de septiembre de 2009


En el filo de las ideas
viven alucinando

Desprecios

Sin razones

Que mutilan con sus dichos
la imagen deseada

Impedido luego el amor
de hacer faena conciliadora

Donde brota la sonrisa
que se requiere

Para la vida.

19 septiembre 1985. 7:19 am.


Me despierta una sensación extraña de mareo y voces, mi esposa me advierte que no tema, esta temblando.
El desconocimiento físico del fenómeno no inhibe que salte a la cuna donde esta mi hija y trate de salir a la calle, al parecer único lugar seguro. Pero la misma voz, me detiene, los vidrios caen desde los pisos superiores y pueden matarnos.
Las paredes de mi cuarto se quiebran y murmuran ante el movimiento del sismo. Con mi hijita cargada enciendo la tele, el Hotel Regis esta en llamas, las noticias empiezan a fluir desordenadas.
Son apenas la 7: 19 am y la ciudad ya es un caos, un terremoto de 8.1 grados con un tiempo enorme de duración ha dejado mas de 5.000 muertos y buena parte de la ciudad destruida. Entre silencio y los llantos de mi familia me acabo de vestir. En una emisora piden voluntarios, pido a mi mujer que me lleve allí. Al tomar la avenida Insurgentes las sirenas de las ambulancias rasgan el aire, imponen los nervios, comenzamos a ver los destrozos.
De la emisora nos llevan en camionetas llenas de voluntarios hasta los multifamiliares, que unos días antes había visto en pie, ahora ladeados, como empujados por una fuerza misteriosa sobre su base.
De allí al hospital, que ahora se llama Siglo xxl. La escena es impresionante, Una montaña de escombros me espera y una hilera de hombres y enfermeros y médicos tratando de rescatar a las personas atrapadas, las voces de afuera hacen silencio, para escuchar las de adentro.

Hoy a 24 años de aquella tragedia, que conmociono a la población del DF, y enluto a muchas familias, hago un alto en mi día y pienso en todo aquello y no puedo evitar mis lagrimas, en un minuto de silencio, por las victimas.

MÉXICO LINDO Y QUERIDO.




En mundos de papeles picados
tus labios se fueron descubriendo


Tierra adentro de las ilusiones
en las azules claraboyas del cielo
que alimentaba mis sueños

Nada era, siendo

Me ibas moldeando con palabras
mientras la tarde susurra melodías
que no supe descifrar a tiempo

Desde lo alto
divisé un enorme pico:
ojo de nieve y tezontle
que adornaba el horizonte
de la nueva tierra mía

Ya sin vida vivo, por vivir muero
sin saber amanezco
entre tus brazos amados
un tiempo nuevo a destiempo

Amor que haces sufrir:
dame tu aliento a sábila
tu sabor a tierra brava
a la orilla del camino
que es canción que nunca acaba

Mientras saco de mis dedos las espinas
de la fruta que se entrega bebo
su frescor guardado


Con esta poesía estoy de semifinalista en un concurso en España, siendo seleccionada para integrar una antología . Es grata alegría, por todo lo que simboliza México, en mi vida y que agradezco con este trabajo un poco de lo mucho que me ha dado.Gracias.

Complices - Cuento con tu Risa


viernes, 18 de septiembre de 2009

Naufrágo. Alaor Tristante Junior


Um sonho findo
um sonho vindo
não sei se rio
se é um córrego
vai recobrindo
estes meus olhos

pondo-me cego
quase sem lágrimas
tonto me entrego
refém das águas
cada suspiro
cada braçada
não sei se rio
se é um córrego
vai recobrindo
estes meus olhos

serão meus risos
ou minhas mágoas
nas correntezas
do sem saída
ou nas tristezas
do sem chegada
serão meus risos
ou minhas mágoas
nas incertezas
das gargalhadas

um sonho findo
um sonho vindo
não sei se rio
se é um córrego
vai recobrindo
estes meus olhos...


Alaor es un nuevo amigo poeta, brasileño, considero que su poesía es muy agradable, los invito a su pagina: http://alaorpoeta.blogspot.com No dejen de visitarlo.
No quise abusar de los traductores.

MAR DE NUBES Y ATARDECER.GRAN CANARIA




Mar de nubes.-


Los vientos alisios son los vientos predominantes en Canarias.

Estos vientos presentan dos componentes. Por un lado los vientos alisios inferiores, frescos y húmedos, procedentes del norte y noreste, que actúan entre el nivel del mar y los 1.500 metros de altitud. Y por otro se encuentran los vientos alisios superiores, cálidos y secos, que soplan por encima de los 1.500 metros, y que son fruto de la circulación general del oeste en altura.Por ello se forma a esa altitud (1500 m) un mar de nubes especialmente en primavera y en verano.Por encima de 1500 m de altitud esta despejado.Al caer la tarde la atmósfera se enfría y esas nubes suben a mayor altitud,Esas nubes son las que ven en las fotografías que les muestro ,hay que estar muy atento para poder fotografiarlas.

(Juanra)

Las fotos aquí

Jarabe De Palo - Bonito


jueves, 17 de septiembre de 2009

VIVA CHILE!


El 18 de Septiembre de 1813, inicio el proceso que culminó en 1826, con la total Independencia de Chile, de la colonia española.
Hace dos días lo celebramos en México, hoy toco el turno a nuestra amiga chilena, la poeta y maestra Meulen,hago mios los festejos confiando que un día no muy lejano, podamos los cubanos celebrar la independencia nuestra en la libertad del hombre con responsabilidad y decoro. Un saludo enorme y los dejo con este bello recordatorio de la amiga poeta, Meulen, a quien pueden seguir desde la columna de la derecha , en su hermoso blog, Chaiten vivo, Gracias.

TE DEJO UN POEMA REFERIDO A LA CHILENIDAD

ESPUELA.


Reluce en la pista
En plata , oro o estaño
Tintineante resuenan
al zapato del huaso aniñado
Saludando alegre la bandera
Cuando baila cual enamorado
Espuelas que cantas
Un ¡Viva Chile!
Por las fondas dieciocheras
Y bien zapateado!

MEULEN /CHILE

Consumado


Hojarasca de huesos carcomidos
esparce al aire por el campo
junto a los excrementos de los pájaros
de los perros
de otros animales

Funde las cenizas a la tierra
increpa a los mitos
desprecia las costumbres

Ya nada vale del cuerpo después
esencia sola de polvo perfecto

Donde quiera se pudren los árboles
y renacen las ramas delgadas
junto a ellas como un símbolo

¿Recuerdas?

Los hijos quedan
en la patria de nadie

Ese concepto egoísta de patria
para matar extraños,

Uno mismo extraño para otros

Dando gozo a vanidades extremas
complaciendo al verdugo asalariado

Entonces, allí, en el campo
al pie de los volcanes helados
donde no encuentres nada sembrado
para sentir la libertad y estar solo
junto al polvo de otros muertos
comunión de cenizas dispuesta
entre lavas centenarias

Hojarascas de huesos carcomidos
esparce al viento las cenizas
la libertad ansiada en un deseo
consumado.

foto: Amecameca, Puebla, al pie de los volcanes.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Clarice Lispector - Es allí a donde voy, de Silencio (fragmento)



" Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy. En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿ O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palaba. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a dónde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después de todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien me dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta . Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro, ¿dónde esta tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros. "

Fuente: El Poder de la Palabra
www.epdlp.com

Clarice Lispector, narradora brasileña, que nació en Ucrania, pero que, cuando era pequeña, se trasladó con su familia a Recife. Después se instaló en Río de Janeiro, donde estudió derecho. Estuvo en Nápoles, trabajando en el hospital de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, y después en Suiza y Estados Unidos. Su primera novela, escrita a los 24 años, Cerca del corazón salvaje (1944) la hizo merecedora del premio Graça Aranha. Después de publicar La manzana en la oscuridad (1961), despertó el interés de la crítica literaria, que la situó, junto con João Guimarães Rosa, en el centro de la ficción de vanguardia. En su obra se descubre un uso intenso de la metáfora, atmósfera íntima y ruptura con la peripecia basada en hechos, principalmente en La pasión según G. H. (1964) y Aprendizaje o el libro de los placeres (1969). En el contexto de la nueva literatura brasileña, su obra se destaca por la exaltación de la vivencia interior y por el salto de lo psicológico a lo metafísico. En el plano ontológico, se produce el encuentro entre una conciencia y un cuerpo, en estado de materialidad neutra. En su narración pueden identificarse varias crisis: crisis del personaje-ego, resuelta no a través del intimismo, sino en la búsqueda consciente de lo supraindividual; crisis de la narración, a través de un estilo inquisitivo; crisis de la función documental de la prosa novelesca. Parte del presupuesto de que toda obra es novela de educación existencial. De su vasta producción literaria, desde La ciudad sitiada (1949) hasta La bella y la bestia (1979), merecen recordarse los cuentos Lazos de familia (1960, traducidos al español por Cristina Peri Rossi en 1988), La legión extranjera (1964), y las novelas La imitación de la rosa (1973), Agua viva (1977), La hora de la estrella (1977) y Un soplo de vida (póstuma, 1978). Murió en Río de Janeiro. (Brasil, 1920-1977)©

martes, 15 de septiembre de 2009

Descubiertos.


Los Arcanos se resisten
Aprovechan las confusiones
Se visualizan en otros, a quienes hablan
De paz y de progreso
Más la virtud de Dios,
habita en lo invisible y honesto de los hombres
La sabiduría de la maldad
aplastando sueños, descubre sus instintos

Gitanas.


Adivinar el futuro tal vez atinen
corregir el pasado, eso es imposible.

"Pancho" el mero

Pancho, mero de 40 años para más señas, es el anfitrión desde hace años de El Desierto, conocido punto de buceo en la Reserva Marina del Mar de Las Calmas (El Hierro, Canarias). Su popularidad se debe a que este enorme mero desde siempre ha sido muy amistoso con los buceadores, por lo que se ha convertido en la estrella del FotoSub de El Hierro.

Y es que es mundialmente famoso por posar para los mejores fotógrafos submarinos del planeta, y no me extrañaría que entrara en el Libro de Guinnes de los Récords por ser el mero más fotografiado del mundo. Es más, hasta podría ser un “animal singular” en la línea de los catálogos de “árboles singulares” que existen en varias comunidades autónomas.
Sin embargo no es todo felicidad para Pancho. Ya hace unos años los pescadores furtivos dieron muerte a su compañera, Natalia; y el mismo Pancho ha sido objeto de algunos ataques. Por esta razón, y coincidiendo con la 11º Fotosub de El Hierro (del 22 al 28 de octubre de 2007) los medios se han hecho eco de la voz de herreños y buceadores que quieren salvar a Pancho de los pescadores furtivos, campaña a la que se ha sumado hasta el propio Cabildo de El Hierro. Hasta Telecinco y 20 minutos han recogido esta noticia.
Es tal el cariño que le tienen a este animal, que incluso desde hace años los restaurantes tienen un acuerdo verbal por el que en sus cartas no ofrecen mero. Y es que, según parece, la presencia de Pancho, además de ser un atractivo turístico, favorece la presencia de otros peces en la zona. En cualquier caso, Pancho es un icono para los herreños, y una muestra del respeto de estas gentes hacia el mar que les rodea.
Por último, y para fomentar que hayan “panchitos” en El Hierro, se ha hecho un llamamiento a todos para que también cuiden los charcos costeros, porque es aquí donde las hembras de mero ponen sus huevos.
Por cierto, si quieren conocer más a Pancho, pueden ver esta fotos de Aarón Sánchez y Francisco J. García Sicilia.
PD: Me he animado y he enviado al Cabildo de El Hierro las propuestas de este artículo. Quizás alguna sea viable para proteger a este fantástico ejemplar de mero.
Fuentes: Canarias7 (1) / Canarias7 (2) / El Independiente de Canarias / Telecinco / 20 minutos
Vídeo: bertrand2513
Imagen: 20 minutos Tomado de la página: http://www.elambienteenmedio.es/2007/10/salvemos-al-mero-pancho.html


lunes, 14 de septiembre de 2009

Depredación.


Empieza gritando para hacerte oír
Destroza los tímpanos
Cágate en sus madres
Aniquílalos con una risa
Búrlate
Estáfalos
Menciona a Shakespeare
Platón
Medea
Lo que quieras
Se vale
Respeta solo la indefensa ignorancia
Los árboles mueren
El aire envenenado
El aliciente de las fortunas renovables
Los zapatos se alejan en la vidriera

En un abrir y cerrar de ojos
El viento que es la vida
Cesa de soplarnos
Y los despojos se reparten
Entre el cielo y el suelo.

Colita.


Colita es una gata muy bella. Se toma la leche y ronronea despacio, casi sin que se note. Le pusimos así por tener la cola blanca en un cuerpo de color negro. Levanta el rabo para caminar. Parece la antena de un coche. Colita se duerme en el sofá y sospecho que es amiga de los ratones. Pero esto es una broma mía, tal vez por amistosa. Una vez, comenzó a llover muy fuerte, como llueve en el campo, donde parece que el cielo se va a desgajar y el agua corre por los tejados y salta contra los vidrios de las ventanas y en un segundo se llena el patio de charcos. Sucedió que estando esa tormenta en su máximo esplendor, comencé a llamar a Colita, la llamé en el cuarto, en la sala, por el corredor de madera. Nada, no respondía. Me preocupe un poco, pero mi madre dijo, debe estar escondida. A los animalitos les dan mucho miedo los truenos y las tormentas. Nos fuimos a dormir temprano, es muy agradable dormir cuando esta lloviendo, acurrucaditos y bien cobijados hasta el cuello. Después de habernos despedido todos, apagaron las luces y me quede profundamente dormido. Soñé que viajaba en una alfombra mágica. Pero no una común y corriente, una alfombra de verdad. Persa, de hilos verdes y nudos de oro que resplandecían a la luz de la luna. Volaba sobre mi casa y sobre los campos y veía como dormían los animales de la granja. Los caballos echados de lado estiraban las patas bien dormidos. Lo más curioso era que podía doblar hacia un lado u otro, solo con desearlo. Y saben quien me acompañaba, pues Colita, ronroneando por toda la dichosa alfombra. Hasta que en una de esas, ¡zaz!. En una vuelta inesperada se suelta y desliza por el borde y queda colgando de las patas. Comienzo a moverme para rescatarla y me doy cuenta que estoy atrapado. Algún mago Oriental me ha pegado a la alfombra. Nada. No puedo dar un paso. La angustia comienza a invadirme. Mi gata maúlla cada vez mas fuerte. Esta a punto de caer. Atino a soltarme y la tomo por el lomo. Depositándola a mi lado nuevamente. Agradecida Colita, me da un beso a su estilo. Pasando su lengua, fría y áspera por mi cara. Mientras, veo acercarse a un Árabe enfadado con una Cimitarra bien afilada. Despierto asustado. Mi madre tira de mis pies para irme al colegio y mi gata me lame la cara mientras estoy enrollado en la cobija verde de nudos de oro.

"Músico" - Marisa Monte, Bebo Valdés y Carlinhos Brown

domingo, 13 de septiembre de 2009

Gracias.

Es necesario que las personas sepan que el mayor éxito del ser humano, no radica en los largos y costosos viajes hacia otros planetas, o explorar el fondo del océano, calcular las formulas de un átomo o destruirlo. El mayor éxito es viajar al corazón de las personas, allí habita la magia que nos motiva.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cuenta regresiva.


El Yate reposa en su muelle de cristal
Otro muerto se ha sumado al viaje
La oscuridad se posa una vez más
En la urgencia de un viaje deseado

Las Auras vuelan círculos de estrella
Donde oráculos temen desatar infiernos
La ciudad espera otro cintillo pronto
La sangre llama al Capitán de Muertos.

Eros y Psique, Fernando Pessoa



Cuenta la leyenda que dormía
Una Princesa encantada
A quien sólo despertaría
Un Infante que vendría
De más allá del muro del camino


Él tenía que tentado
Vencer el mal y el bien
Antes que, ya liberado
Dejase el camino errado
Por el que a la Princesa viene

La Princesa Adormecida
Se espera, durmiendo espera
Sueña en muerte su vida
Y le orna la frente olvidada
Verde, una guirnalda de hiedra

Lejos el Infante, esforzado
Sin saber que lo tiene intuido
Rompe el camino predestinado
El por ella es ignorado
Nadie es ella para él.

Mas, cada uno cumple el Destino
Ella durmiendo encantada
El buscando sin tino
Por el proceso divino
Que hace existir el camino

Y si bien que sea oscuro
Todo por el camino afuera
Y falso, él viene seguro;
Venciendo camino y muro
Llega donde en sueño ella mora
Y todavía atónito de lo que hubiera
A la cabeza, en marejada
Yergue la mano, y encuentra hiedra
Y ve que el mismo era
La Princesa que dormía.

Versión de DAVID VILLAGRÁN RUZ

Como dormir a un país entero sin ser derrocado en el intento. Abril Collado Estrada.


Resulta que el secuestro del avión de Aeromexico fue obra de un fanático religioso que decía airadamente, mientras amenazaba con explotar una bomba (que resulto pintorescamente una latita de Jumex ¡ay que alusivo! con lucesitas) que tenía que hablar con las autoridades competentes para advertir que ni madres aterrizaba en México porque una "visión" le había advertido de terribles calamidades que se le venían encima al paisito. Un terremoto como nunca se ha visto. Y para rematar que como ayer fué el 9 del 9 del 9 y al revés se ve 666 no bajaba, no bajaba y no bajaba.
No lo culpo, yo tampoco hubiera querido aterrizar.
El caso es que el único terremoto que nos acaba de caer encima (o mejor dicho revolvernos desde las entrañas pa´fuera) es el brincote que se aventó el gordito de Hacienda subiendo los impuestos. ¿Quién se enteró? ¿Quién va a reclamar algo?
Y ganó la Selección Nacional.
Figúrense.
¡¡¡Despiértaaaaaaa Méxicooooo!!!
No hay que tener "visiones religiosas" para saber que este país se está yendo al mismisimo diablo, digo yo, basta con echarle un ojo a las noticias diariamente y eso sí, tener un poquito de VISIÓN.
Para cerrar con broche de oro la próxima semana se da el patriótico grito de independencia, yo creo que lo que vamos a dar son verdaderos alaridos pero de dolor.
Yo ya no sé si reír o llorar.

Una tragedia en cinco actos,


Ellos
Los otros
Los culpables
Los que ofendieron
Ultrajaron
Mintieron.

El tiempo
La nada
Los silencios
Confrontados
Cuestionados
Avergonzados
Cabizbajos.

¿Cuantos?
Todos
Un puñado
Los que miran
Las victimas
Vulnerados
Débiles
Sojuzgados.

Los obreros
Los pobres
Desarmados
Desposeídos
Indefensos
Vulnerables

La esperanza
El riezgo
La sosobra
La espera
Silencios
La vida o la muerte.

viernes, 11 de septiembre de 2009

EFEMÉRIDES.

Un día como hoy, luchaba hasta morir, Salvador Allende, cercado en el palacio de la Moneda, decidía al cabo cerrar el episodio de su vida con una descarga de fusil, simbólicamente obsequio de un tirano.
En New York, aviones convertidos en balas, deshacen un símbolo del capital, bañando en sangre inocente, los cimientos de la isla. Generador de batallas contiguas, el mundo estrena escenarios de muertes compensatorias.
Mientras tanto, la sedienta muerte amaine, la vida recapacita y sigue su natural rutina.

Amanecer



He escogido este álbum de fotos de mí amigo Juanra como muestra de solidaridad a todos los cubanos que esperan un amanecer mejor, más digno, con libertades, con sus derechos y también sus obligaciones, en una Cuba plural, humana y sobre todo digna.

Las imágenes son de Las Palmas de Gran Canaria. Un archipiélago muy vinculado históricamente con la isla de Cuba.

Las fotos aquí.

Premio La sexta dimensión es Humanismo



Acabo de recibir el Premio La sexta dimensión es Humanismo otorgado por Armienne del blog El Desnudo en el Arte.

Le dedico este Premio Sexta Dimensión a todos los blogs cuyos autores cumplen con al menos una de las siguientes cualidades:

-Dicen lo que sienten sin temor ni hipocresía.
-No se dejan atar a lo "correcto".
-No acatan los convencionalismos y las normas sociales que nos limitan.
-Repudian la censura.
-Creen en el mejoramiento humano, en la tolerancia, en el diálogo y en el entendimiento .
-Se colocan al lado de los oprimidos, de los desvalidos, de los pobres y de los abusados.
-Ven más allá de las apariencias.
-Reconocen que un cuerpo desnudo es también poesía.
(Armienne)

Como yo también colaboro en esta casa lo comparto con mi buen amigo Ángel Collado.

jueves, 10 de septiembre de 2009

FRAGMENTO DEL LIBRO "MEMORIAS DE UN GUERRILLERO CUBANO DESCONOCIDO". Juan Juan Almeida.


Cita en el MINFAR. ( Ministerio de las Fuerzas Armadas.)

No pude precisar el tiempo porque yo estaba volando, pero al rato continuamos la marcha y llegamos hasta el MINFAR. Nos estacionamos en el parqueo que da a la Biblioteca Nacional. Jorge Luis, que se había lanzado del auto, fue directamente a la posta del lugar, habló algo y regresó; entonces dirigiéndose a mí dijo que lo siguiera.
Me bajé, pensé correr, pero ¿a dónde iría?, no tenía sentido, así que seguí a mi interrogador. El militar de la puerta nos saludó militarmente. Era un muchacho de tez negra, con su impecable uniforme verde y su boina roja. Le devolví el saludo y entramos en un garaje de incongruente piso de granito, el granito resbala y provoca accidentes, pero a quién le importa eso. Entramos a través de un pasillo hasta un elevador, en el elevador nos esperaba otro militar igual que el de la puerta. Sin decir palabra pulsó el botón del piso 4. Pero antes de llegar al 4° piso, ya comenzaba a imaginar con quién me encontraría. Otro soldado, igual de perfecto, nos guió hasta un saloncito con una decoración bastante oscura y cargada, al mismo estilo del «Objeto 20», un estilo que abusa de la saturación, la tristeza y lo complicado. Con una decoración así cualquiera se emborracha y se deprime. Nos sentamos en una frescas mesas y sillas de mimbre pero con cojines oscuros y adornitos espantosos, las paredes forradas en madera hacían del lugar una caverna oscura; de ellas colgaba una pintura de Stalin acompañada de quizás quince o más fotos antiguas de militares rusos.
¡Qué extraña decoración! Caramba, con un local así yo haría una discoteca.
Nos sentamos a mirarnos y a pensar: Jorge Luis no es un hombre feo, si yo fuera gay me lo almorzaría. De pronto se abrió una doble puerta corrediza y salió un militar al que conozco desde niño; casi me cuadré en posición de firme, pero me ignoró y me volví a sentar, frustrado, a mí que me encanta saludar con abrazos y besos:
—Mayor Pérez Castro —rugió mi viejo conocido queriendo imitar la fuerza de Hércules.
Aquí —contestó Jorge Luis poniéndose en atención y arreglándose su verde uniforme.
—Pase.
Jorge Luis respiró profundamente y como soldado de plomo entró por la puerta. Acto seguido a mi lado vino un militar igual que los anteriores. No me dirigió la palabra, pero como yo estaba bastante aburrido le pedí que me permitiera ir al baño. Me contestó que esperara, abrió la puerta del baño, miró adentro como inspeccionándolo, y luego dijo:
—Pase, es aquí.
Entré, me lavé las manos, el baño estaba realmente limpio, tan limpio que daba pena ensuciarlo. Salí, y cuando me disponía a depositar mis nalgas sobre aquellos feos tapices, escuché la misma voz que hizo saltar a Jorge Luis:
—Que pase el otro.
¡Qué tontería!, el tipo ese me conoce tanto como mi familia, seguramente elogió la barriga de mi madre y fue de los que aplaudió aquel 2 de diciembre en que Fidel anunció mi nacimiento porque me conoce antes de que yo naciera. ¿No pudo decir mi nombre?
Bueno, pues el otro se dispuso a pasar. Me hubiera asustado más si no hubiese sido tan payaso.
—Por ahí —dijo el guardia que me acompañaba señalándome el camino.
Atravesé la doble puerta corrediza y un arco para detección de armas como esas que hay en los aeropuertos. Parece que en esa oficina hay más miedo que dinero. A mi derecha un buró con dos militares conocidos desde niño, Fonseca y Font. Al frente, una mesita con cuatro sillas vacías, y a mi derecha, un gran buró, tres sillas. En una Jorge Luis, y en otra, detrás del gran buró, estaba Raúl Castro con su traje militar de cuatro estrellas. Lo miré a los ojos y sinceramente no sentí miedo aunque sí respeto porque este hombre había sido mi héroe, mi padre, mi hijo, mi tío, mi hermano, mi suerte y mi yo. Permanecí de pie.
—Pasa, siéntate —dijo con firme brusquedad, señalando la silla vacía—, ¿Cómo estás?
—Bien —contesté parco. Por un momento pensé preguntarle por su familia, que era también mi familia, pero el momento no era para cumplidos.
—¿Quién les dijo que yo estaba al frente de todo esto? —Es difícil explicar que desde el primer momento, y todavía no sé por qué, intentó mostrarse como un ser con el sueño de ser adorado.
—Después de leernos la carta firmada por la alta dirección del país, llegamos a la conclusión de que era usted.
—¡Ah! la carta —repitió el General—. ¿Quién dice que les tenemos el teléfono tomado? Eso es muy caro y no gastamos tantos recursos.
Caramba —pensé—, si hubiesen gastado más, sería sólo para una guerra: el helicóptero, los seguimientos… Se me hace que me creyó tonto y por eso comenzó a derrumbarse el inmenso respeto que sentía por aquel hombre.
—¿Tu tienes pasaporte mexicano?
—¿Yo? —le contesté— No, nunca he tenido pasaporte mexicano. —¿Seguro?, por ahí yo tengo grabada la conversación de cuando estabas en un hotel en Varadero, y llamaste a Irina.
—Indira —lo interrumpí para corregirle en nombre de mi hija. —A esa misma —¡Qué irrespetuoso señor Ministro!, ¿me querría intimidar con eso? Continuó jugando al duro y yo continué complaciéndolo—, en la conversación le dijiste que para hospedarse en el hotel, que cogiera el pasaporte mexicano que estaba en la gaveta. Recordaba perfectamente los detalles de aquella conversación que tuve a principios de septiembre del 2003, es cierto que le dije pasaporte a la Forma Migratoria Mexicana que en Cuba todos la conocen por Pasaporte Mexicano o FM3, aunque no sea en realidad un pasaporte. Le dije también que le cambiara mi foto y pusiera la de su enamorado para que pudieran hospedarse en el hotel; pero no lo hicieron, ni siquiera fueron a Varadero esa vez. Lo más bonito es que también recordé que esa conversación a la que el señor Ministro se refirió, la hice desde mi celular a mi casa. ¿Caramba, en qué quedamos, tengo o no el teléfono pinchado? Se me hizo bastante incoherente porque creo recordar que es un delito escuchar conversaciones ajenas. Al menos, según la Constitución. No contesté nada, solamente repetí que yo no tuve pasaporte mexicano y era la verdad. Entonces continuó:
—Eso es falsificación de documentos. ¿No? —le preguntó a Jorge Luis ensayando una absurda e inquisidora pose en la que intentaba mostrarse como el último mástil de la ortodoxia puritana, como si de él yo no hubiese aprendido a cazar, como si de él yo no hubiese aprendido a pasear en yate, como si de él yo no hubiese aprendido a viajar, como si de él yo no hubiese conocido los autos capitalistas, como si por él yo no hubiese conocido las mansiones del Laguito. Pero no importa, no lo critico, porque a mí me gusta esa corrupción.
—Sí General —respondió al segundo el instructor como un disparo.
Yo creo que en este país la gente está loca y a veces creo que yo soy el loco, que tanta gente no puede estar equivocada. La vida es muy corta como para complicarla, ¿por qué no dejan que la gente se divierta?, bastantes problemas existen, somos un país divertido, alegre, los turistas visitan el Caribe entre otras cosas para divertirse, vienen buscando arena, sol, playa, rumba, ron, amores, comida, historias y fiestas. Quisiera entender por qué en Cuba sólo pueden disfrutar los extranjeros. ¿O acaso no es eso lo que significa en lengua afrikáans apartheid? La única diferencia es que a aquellos los dividían por razas o colores y a nosotros por lugar de residencia o cercanía al axis mundi. No jodan, si no quieren que falsifiquemos documentos o compremos pasaportes extranjeros robados simplemente para poder hospedarnos en algún hotel que nos permitan a los cubanos vacaciones en ellos y se les acaba el problema. Además, no olvidemos que esa pequeña libertad es una importante ficha bajo la manga política porque no genera ningún cambio, pero lo parece. Es por eso que todo se complica, «por protegernos». Claro, eso no lo podía decir, si un pedacito de Ministro se molestaba conmigo, ya podía despedirme porque me estaba acusando de falsificación de documentos y con eso era bastante.
—Hace tiempo mi hijo Alejandro te dijo, cuando te fue a ver a tu casa, que quitaras la antena, y no la quitaste por cojonudo, porque tú te crees un pingú y no eres más que un mentiroso redomado. Para no hacerte un registro me traes la antena y no se te ocurra romperla o quitarle algún aditamento. Me la traes completa. Mañana yo salgo para provincia, cuando llegue —hizo una pausa, rectificó y continuó—. No, se la entregas a Francis allá en Seguridad Personal.
¿Serán reales las cosas que uno tiene que oír en este país? Dígame usted si no era mucho más fácil, cuando su hijo Alejandro Castro Espín visitó mi casa y me dijo que mi antena provocaba diversionismo ideológico en mi hija (porque el cuento no es exactamente así como lo pintó el señor Ministro), que me hubiese advertido de quitar mi antena porque ellos no tenían o porque su papá la necesitaba. Con gusto se la hubiera cedido. Evidentemente yo soy mongo y la gente no me entiende. ¿Que no quité mi antena por pingú? No, nada más lejano a mí que un hombre valiente, si no quité la antena fue porque la televisión cubana es demasiado buena, demasiado educativa, demasiado política y las mesas redondas me aburren, y yo soy un subnormal al que le encantan los comerciales, la televisión que no instruye, la que incita al consumismo, la que no tiene programas educativos y sí películas cargadas de violencia, sexo y lenguaje de adultos, la que bombardea y provoca diversionismo ideológico porque muestra otra versión de la verdad. Caramba, qué de malo tiene eso. Por eso no quité la antena, era sencillo de entender, y si me la pidió, claro está que no la rompería ni le quitaría aditamentos, yo no soy ingeniero en nada y no sé desarmar ni una fosforera, yo sólo soy especialista en conocimientos inútiles que únicamente sirven para hacer sentir bien a mis amistades mientras juego dominó.
—Tu hermana Belinda se ha portado muy bien —continuó agrediendo— ustedes la trataron de desviar, por suerte sigue siendo una buena muchacha, por eso es que la respetaremos, a ella no le pasará nada.
Que bueno y bondadoso es el Señor Ministro, ¿él creerá que yo le creí algo de lo que dijo? Noooooooooo, pero eso sí lo agradecí, porque mi hermana Belinda es muy buena persona, ayuda a mucha gente, incluso tiene una bonita historia con un amigo que tiene VIH y tiene fe en esta Revolución, para mí es una persona incuestionable. Las inclinaciones religiosas, sexuales y políticas que tenga cada persona yo las respeto muchísimo. Claro que se ha portado bien, ella brindó sus servicios en Honduras, como médico, cuando el ciclón Mitch, en un lugar que se llama la Mosquitia.
… como lo hiciste con tus hermanas y te las llevaste a Cancún. Tú organizaste todo esto. ¿Quiénes se han creído que son ustedes? Y la otra, la Beatriz, le ha faltado el respeto al instructor, hasta le sacó la lengua, eso es una falta de respeto grave y no lo vamos a permitir, en algún momento lo pagarán.
Es una pena que nada le contestara por no contradecirlo, porque yo no he organizado nunca nada. Lo único que sé organizar son fiestas en mi casa y si me siguieron y me escucharon tanto tiempo deben saberlo muy bien y no permitir que este personaje repita tamaña estupidez creyendo que es información; pero bueno como también escuché de niño: ¡De cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo!
¡Qué país, qué futuro!
El continuó con su monólogo con el claro objeto de impresionar:
—Ahí donde estás sentado estuvo sentado Ochoa y por no decirme la verdad mira lo que le pasó.
No se me ocurrió preguntar qué le había sucedido al General y Héroe de la República Arnaldo Ochoa porque todos los cubanos sabemos que a Ochoa lo fusilaron un amanecer. Yo no sé si era cierto o lo hizo sólo para intimidarme o torturarme psicológicamente. Lo que si sé es que una pregunta rebotó en mi mente. ¿Podía este hombre borrar mi vida en un momento, como según él mismo dijo que hizo con su amigo Ochoa, por tan sólo molestarse un poco? ¿Se podía referir a la vida de una persona con tal desfachatez? En ese instante dejó de importarme mi vida y comencé a pensar en las tantas cosas que dejé de hacer quién sabe por qué. Me faltó quitarme la careta y gritar a las personas cómo soy. Me faltó decirle a mi padre que lo amo infinitamente, que nunca estuve de acuerdo con algunas de sus cosas pero todas, absolutamente todas, se las respeto y se las perdoné. Si no hubiese sido por lo mucho que lo respeto habríamos logrado una relación más bella y se habría enterado de lo buen amigo que sé ser. Tampoco sé por qué nunca hizo nada por unir a todos sus hijos y permitió tanta desunión. Me faltó despedirme de mi madre. Hay cientos de maneras para despedirse de alguien: un beso, hasta aquí, adiós, hasta luego, nos vemos, chao, hasta siempre y muchísimas más; pero no pude expresarle ninguna de ellas a mi madre. Eso me faltó. Me faltó ser una mejor persona, me faltó decirle a mis hermanas lo que siento por ellas. Me faltaron tantas cosas y este tipo me mostraba en ese preciso momento que él, todopoderoso, podía hacer que yo nunca lograra las cosas que me faltaban por hacer. Era el poder de un sólo hombre y no se debería permitir que un hombre fuera omnipotente. Había llegado a pensar que el verdadero amor y respeto que yo sentía por aquel hombre y por su familia eran recíprocos, pero estaba equivocado. Qué extraña sensación nos deja el autoengaño. Viví 38 años de mi vida autoengañado. Queriendo y respetando una imagen que se desmoronaba irremediablemente ante mi vista; qué triste darse cuenta de que las cosas que crees no son como las defendiste. Continuó hablando y hablando, yo sólo recordaba y mientras lo hacía iban cayendo, uno a uno, los hermosos recuerdos, como cuando de niño me sostenía en su espalda, en Varadero, para descansar del agotamiento de aprender a nadar, o como cuando jugábamos al tiburón y cariñosamente me asustaba con su voz de trueno. Cuántos cumpleaños juntos, cuánta risa. En la infancia yo achicaba los ojos intentando achinarlos con el sólo propósito de parecerme a él.
Cerró la entrevista con broche de oro:
—¿Tú crees que tu hermana Beatriz se quiera ir ilegalmente de Cuba?
—No —le contesté— y si se ha enterado que en algún momento ella lo ha comentado, sólo deben ser fanfarronerías.
Yo no podía saber lo que mi hermana pensaba o no hacer, pero presentí que si decía lo contrario o titubeaba al responder la recluirían. —Tenemos información —continuó— que tú has servido a los servicios de inteligencia extranjeros, tenemos pruebas y quiero que me digas la verdad.
Cuando escuché esto me quedé literalmente muerto, era lo último que yo esperaba escuchar. Yo nunca, NUNCA HE SERVIDO A NINGÚN SERVICIO DE INTELIGENCIA EXTRANJERO. No soy agente, ni lo seré, de nadie, ni de nada.
Salí de allí con los sentimientos totalmente encontrados, mis pedestales vacíos, mis valores alterados, asqueado de muchas cosas, pero no derrotado, dispuesto a enfrentar lo que viniera.
Durante el camino de regreso permanecí callado. Alguien habló, pero yo no podía escuchar nada, me sentía pequeño y todo alrededor me aplastaba, era difícil describir el tremendo vacío que llevaba
dentro. Las balsas, los remos, los balseros. No están locos, están vacíos. Qué espantosa realidad.

Juan Juan Almeida
La Habana

Gracias a mi amigo Tony Prieto por este envio.

Saber Perdonar.


No debemos alegrarnos cuando le comienza a ir mal a alguien que nos ha hecho daño. Alimentar venganzas, odios o sentir que desgracias ajenas, nos dan alegrías, solo demuestra que estamos dañados en nuestros sentimientos. Para los que creemos en Dios, dejamos que él actué. Y soportamos las inclemencias de la vida con paciencia. Confiar, es la palabra precisa, y esperar, así como aquellos que nos dañan tienen su momento, el nuestro llegará también y entonces la única lección valida es perdonar y continuar. Habremos entonces crecido sin darnos cuenta, en la escala humana, con verdadero sentido del amor por nuestros semejantes. Fortalecidos y convencidos que actuar con apego a estas reglas nos acerca mas a Dios que el odio y la venganza.

Reproducción: V.Gogh , El buen samaritano.

Lejanía.


Detrás el paisaje de los días tristes
Saber al fin donde convergen
Escondidos de los sentimientos
Adentro donde no se hallan
A veces ni los silencios
Los besos que no se olvidan
Nubes de recuerdos
En ellos buscando como un sueño
Las cosas que fui dejando
Que se fueron estibando
Los minúsculos detalles insignificantes
Una risa cómplice
Una playa lejana
Un suspiro compartido
Lejos.
Tan lejos que mi alma
Siente que es ya tarde
Para la sonrisa y la vida estorba
Para alzar el vuelo.

LEJOS. Abril Collado.


Quiero irme para encontrarme de nuevo.
Lejos.
Tomar una carretera sin rumbo fijo,
y en ello recuperar las ganas que perdí en el viaje anterior.
No mirar atrás.
Dejarlo todo ir.
Lejos.
Que pase el tiempo,
que pase y que me enseñe que todo lo que me queda es más tiempo.
Para vivir.
Para querer.
Para aprender.
Para sentir.
Para estar.

Lejos.

CUBA - Benny Moré - El Bárbaro del Ritmo



Esta canción me la envió ayer, alguien que es muy especial para mi y me llego al alma....y por eso la comparto aquí...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La caja de Pandora del Castrismo. La sucesión. Por Lázaro González


¨Pandora¨ [1896]- John William Waterhouse


“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.”
Woddy Allen

"No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo. No puede deducirse, por tanto, que haya pugnas dentro del partido"
Fidel Castro

Hace unos anos un periodista francés obtuvo las palmas por revelar con rotunda precisión -según el y los analistas de la ultima novedad- la clave de las relaciones de poder en Cuba. Con motivo del desmayo sufrido por Fidel Castro el 23 de junio del 2001 durante un discurso en el Cotorro, el periodista centro su atención en el comportamiento grupal de lo que el define como los tres grupos de poder en Cuba [familia y amigos personales de Fidel Castro, talibanes e históricos] y extrae sus conclusiones siguiendo la rutina seudo socio-sicológica traída por los pelos de ¨Quién miró a quién?, Quién ordenó y actuó? Y Quién tomó la palabra en la tribuna para sustituir a Castro?...¨

Seguir leyendo aquí

Lázaro González es el responsable del blog Cuba Independiente http://cubaindependiente.blogspot.com/

Emilio Santiago - Doce viver

Mi lagarto hermoso.

Tú siempre vas conmigo

Codo a codo

Paso a paso en el camino

Lágrima y hombro

Sed y abrigo

Dios lo sabe

vas conmigo

No te aparto ni un instante

Si me caigo me levantas

En el pecho vas tatuada

Larga insignia de verdores

Largo lagarto hermoso.

ANTÚNES SE PRESUME DETENIDO.



NOTA: Debido a la importancia que representa salvaguardar la vida de este hermano cubano , solicitamos a la comunidad internacional una respuesta contundente ante las arbitrariedades de la tirania cubana.A. Collado Ruiz.mensaje de la hermana de Antúnez.... toda persona que pueda ayudar a divulgarlo le agradecemos....


De: Jorge Luis Garcia Perez (Antunez)
Para:Maria Elena Morejon
Enviado: miércoles, 9 de septiembre, 2009 6:45:54
Asunto: Re: Hola hermanito

Ola Maria Elena, soy Bertha Antunez desde Miami, yo estoy en estos momentos con el correo de mi hermano abierto y precisamente estoy buscando amigos solidarios que me ayueden a denunciar que mi hermano Jorge Luis desde el lunes 7 a las 4 de la tarde a desaparecido, mientras viajaba a la Habana, para la asamblea de la agenda para la transición, todos suponemos que este preso junto con otro opositor, Fran Reyes López, ellos viajaban juntos, las autoridades no le han querido dar cuenta de el a su esposa ni a la familia del otro opositor, si puede alce su voz por mi hermano, comuniquese con Iris su esposa, también lo puede hacer con Idania u otro opositor dentro de Cuba. gracias

tomado de la pagina amiga: chiquita cubana, gracias por la pronta movilización.

martes, 8 de septiembre de 2009

El cuento del hueco



Por Sindo Pacheco

Berto se mecía en su sillón, como hacía todas las noches durante los últimos veinte años, cuando vio al borracho que dobló frente a su casa, dando bandazos de un extremo a otro. Sólo entonces se acordó del hueco. Aquel trozo de vía apenas transitado, tenía un hueco desde hacía algún tiempo. La tapa de la alcantarilla había desaparecido con la última inundación, dejando la boca negra y acechante, y camuflada por el escaso alumbrado.

Inicialmente Berto quiso advertir aquel peligro, pero luego empezó a concebir la caída del hombre, a desear el resultado, con aquella especie de aversión que sentía por los borrachos, hasta que lo vio desaparecer tragado por la tierra.

Berto esperó un rato, pensando verlo salir de la negrura, despachando maldiciones y juramentos; pero transcurrió un tiempo razonable, y el hombre no daba señales de vida.

Así que se introdujo en su cuarto, le pidió la pastilla de la presión a su mujer, y se recostó en la cama mientras escuchaba los violines de algún programa dominical. Aunque la televisión tampoco estaba hecha para él. Había vivido rodeado de silencio, casi al margen de la electrónica, y la televisión le parecía demasiado bulliciosa. Únicamente veía Escriba y Lea, cuyos contenidos lo habían asomado por primera vez a un mundo vasto y desconocido, de innumerables geografías y personajes famosos, o algún musical desempolvado del olvido que lo sorprendiera ante la pantalla. El hombre que acababa de caer en el hueco, era una de las pocas cosas que le ocurría en mucho tiempo.

Se había casado a los treinticinco años con la única novia que conoció y en veinte años de matrimonio no lograron descendientes. Al principio no se notaba mucho esa ausencia: la casa se llenaba de sobrinos que venían a registrarlo todo, poniendo de cabeza las habitaciones, y haciendo en casa de los tíos cuantas atrocidades les prohibían en las propias, abusando de aquellos padres huérfanos y tolerantes; pero con el tiempo los sobrinos se fueron alejando, casándose en otros pueblos, generando otros sobrinos desmemoriados de su pasado, y la casa se convirtió en esta especie de sanatorio donde nada ocurría fuera de su propia memoria.

Berto se tomó su pastilla con medio vaso de agua, y durmió profundamente, sin despertar en toda la noche.

Se levantó a las cinco de la mañana para vender la leche en la bodega, coló el café, se vistió, y luego de haber recorrido un buen trecho, tuvo que regresar en busca de las llaves.

Cuando salía de nuevo miró en dirección al hueco, y adivinó la cabeza del borracho, más oscura en las sombras de la madrugada. Esta vez ni siquiera sintió impulso de ayudarlo, y confió a la eventualidad aquella labor desagradable. Tenía un pésimo humor y se lo achacó al lunes. Los lunes amanecía de mal humor hasta que el día comenzaba a definirse y el pueblo se llenaba de movimientos. La tranquilidad era para la casa, en la bodega prefería la actividad física y el ajetreo. Sin embargo durante la venta de leche se le rompieron dos litros, luego actualizó los papeles del almacén, vendió unos granos, y a las once, cuando cerró para volver a su casa, todavía estaba de mal humor.

Julia, su mujer, tenía listo el almuerzo, y desde que lo vio se puso a preparar la mesa.

—¿Estás malo…? —se sorprendió de verlo ir directo hasta la cama.

Siempre se ponía a ayudarla. Era un marido ejemplar en eso de compartir la cocina y las tareas de la casa, y realmente no tenía de qué quejarse. Berto le era fiel hasta la saciedad a pesar de que nunca pudo darle un hijo. Vivían en una casa confortable, se llevaban bien, y cada uno en secreto se sentía solidario de la orfandad del otro.

—Creo que me va a caer gripe.

Ella exprimió dos limones en un vaso de agua, y le alcanzó una aspirina.

—Ya está el almuerzo.

—No tengo hambre.

Berto trató de echar un sueñecito a ver si salía de aquel estado depresivo, pero no conseguía dormirse. Estaba seguro de que al llegar a su casa, su mujer le contaría del borracho que se había caído en el hueco, en el mismo hueco que tanto has luchado por tapar; pero antes de abrir la puerta, creyó ver la cabeza del hombre sobresaliendo ligeramente sobre el nivel de la calle. En realidad no había casi tránsito por esa zona. A un costado de la vía daba el fondo de una fábrica de tabacos, y por el otro corría una zanja paralela a la calle. El hueco donde había caído el borracho desembocaba a la zanja. Lo sabía por los muchachos que ponían a navegar barquitos de papel en los días lluviosos. Durante el resto del año no era frecuente ver a alguien por aquella calleja, pero aún así, le pareció irreal y absurdo que el tipo permaneciera en el hueco.

Toda la tarde se sintió mareado y sin fuerzas. Pasó la jornada en las nubes, deambulando entre frijoles y sacos de arroz, y tropezando con sus compañeros de trabajo.

Cuando regresó a las siete, echó un vistazo y no distinguió nada. Se detuvo, limpió los espejuelos, volvió a mirar, y sintió que se quitaba un gran peso de encima. Entró a la casa animado, con la frente erguida, convencido de que esta vez Julia le contaría la historia, con lujo de detalles y todo el realce que merecía, pero ella no le ofreció ese consuelo. Dónde diablos se metía esta mujer, que sacaban a un borracho delante de sus narices, después de un día entero atascado en un hueco, y no veía ni escuchaba nada… Una cosa tan inusual en un barrio tan tranquilo, prácticamente un escándalo, y no se daba siquiera por enterada… Aunque también podía ser que el hombre se hubiera marchado solo, en silencio, para poder disimular su vergüenza, o tal vez alguien lo había recogido sin que su mujer se enterara, por qué iba a enterarse de todo, si ella estaba en sus trajines, barriendo el patio, haciendo la comida, ella era una mujer de la casa, una buena mujer y no una cualquiera para andar atrás de los chismes y del dimequetediré.

Se bañó un poco más tranquilo, y la comida le pareció mejor sazonada. Luego volvió a su puesto del sillón. Todo estaba en orden. Era evidente que la pesadilla había concluido; sin embargo, quién quitaba que el borracho no se hubiera hundido más en el hueco, atraído por su propio peso. Tal vez estuviera sin fuerzas y se le hubieran doblado las rodillas. ¿Y si había muerto…? ¿Y si aún agonizaba y él no le había prestado auxilio…? Podía ser procesado: negación de auxilio, a la cárcel por dejar morir a un pobre hombre, padre de familia, totalmente desvalido y en estado de embriaguez. Porque ya se trataba de eso: de un pobre hombre en estado de embriaguez…

Desesperado empezó a balancearse mientras buscaba una salida. Casi toda la vida detrás de un mostrador, dependiendo de la oscilación de una balanza, había desarrollado en él una actitud conservadora, que meditaba cada paso y sopesaba cada decisión. Aunque ahora no había mucho que meditar. Escuchó a Julia tarequeando en la máquina de coser, y calculó que era el momento oportuno. Se incorporó y salió en dirección al hueco. Necesitaba comprobar, cerciorarse, convencerse que el borracho se había ido de una vez y por todas, y escapar de aquella incertidumbre. Llegó hasta el orificio que ofrecía su boca cuadrada y oscura, y no vio nada. Estaba claro que había desaparecido. No obstante se agachó y extendió su mano en la oscuridad, y un escalofrío intenso, un corrientazo, recorrió todo su cuerpo. Había palpado una cabeza humana, fría y rígida, y sus ojos, que se iban adaptando a la oscuridad, distinguieron un rostro semiladeado, con los ojos abiertos y la mirada estúpida y ausente. Fue a retroceder, pero estaba como clavado en la tierra. Las piernas no le obedecían. Su cuerpo era una masa caótica y sintió el pecho agitado y convulso. Por fin logró incorporarse lentamente, y comenzó a andar, arrastrando las piernas como un enfermo, como un elefante herido de muerte, y se dejó caer en su sillón. No supo el tiempo que permaneció allí, con la mente en blanco, pero debió ser un intervalo bastante largo porque Julia se asomó al portal, extrañada de que aún no se hubiera acostado.

—¡Berto… son casi las doce…!

Berto no contestó. Sintió necesidad de confesarse, de compartir aquel secreto. Todo había sido sin pensarlo, diría, sin darse cuenta, repetiría, sin imaginarse que la cosa podía llegar a este punto, juraría. Él era buena persona, honesto, sacrificado, un hombre que servía a los demás… Pero y si Julia no lo entendía, cómo era posible, cómo había sido capaz de abandonar a un pobre hombre, y acostarse a roncar tranquilamente, cómo había vivido tantos años al lado de un ser tan indolente que no sentía compasión por la vida de sus semejantes…

Así que no dijo nada. Se tomó la pastilla y se fue a la cama, pero no pegó un ojo en toda la noche. Aquel rostro frío e inexpresivo se aparecía ante él, con las órbitas desencajadas y la vista perdida. Se levantó varias veces tratando de no despertar a Julia, se tomó dos diazepán, un clorodiazepóxido, y se sentó al borde de la cama a hojear publicaciones de los años cuarenta, adornadas de rubias hermosas y espuma de jabones y aceites de oliva, pero no conseguía desterrar aquella imagen. Le pareció que una sola noche podía llegar a medir años, décadas, y sintió que aquella era la eternidad. Ahora otro ingrediente había empezado a torturarlo: Allí junto al hueco estaban sus pasos, el rastro que conducía hasta su casa. Tarde o temprano lo encontrarían. Vendría la investigación, la policía, los perros; y todo apuntaría hacia su casa, a su persona, a Berto Martín Gallego, tan tranquilo como lo creía la gente, él lo había matado, lo había emborrachado, lo había precipitado en el hueco. Siempre tuvo obsesión por ese hueco, diría el Delegado. Es un maniático, un criminal, agente de la CIA. Paredón. Consejo de Guerra. El Tribunal Militar pidiendo paredón, fusilamiento. El fiscal pidiendo paredón, los jueces, la defensa, la ira del pueblo. Todo el mundo pidiendo paredón… Pero él era inocente, no entendía por qué. Estaba muy confundido y de pronto dijo que sí, que era culpable, asesino, que lo mataran, que lo ahorcaran, que lo pasaran por las armas, que lo desaparecieran.

Por la mañana Berto salió para la bodega sin hacer café. No tenía concentración. Se puso a despachar petróleo, y el líquido se derramaba fuera; probó con el arroz y le ocurrió lo mismo; al mediodía tampoco almorzó; y la tarde la empleó en organizar la bodega, recogiendo y empaquetando sacos de yute y cajas de refrescos. Pero trabajaba a ciegas, ausente, con el cuerpo en la bodega y la mente en el paredón de fusilamiento. Nunca antes había concebido su final de esa manera. Ni siquiera pensaba en él. La muerte solía ser una noticia, un accidente que podía ocurrirle a los demás. Cuando por fin admitió que él también era elegible, se imaginaba en su habitación, rodeado de sobrinos y de médicos y enfermeras solidarios, con Julia junto a su cabecera; pero jamás había considerado una muerte así, entre gruesas paredes, recostado a un muro gris salpicado de sangre, ante media docena de militares que le apuntaban con sus rifles, que le abrirían la piel y la carne para luego irse a beber y a fiestar sin el menor remordimiento…

Berto llegó a su casa como una sombra. Se bañó y se tiró en la cama, dejando la comida intacta sobre la mesa. Julia quiso acompañarlo al médico, pero él se negó rotundamente, y ella no insistió. Sabía que era inútil. Notó que algo estaba alterando el curso de las cosas, y por primera vez dejó de ver el huerto que su marido plantaría en cuanto se jubilara. Ya no alcanzaba a imaginárselo con una regadera, señoreando sobre un paraíso verde de tomates y de lechugas que se extendía hacia el horizonte…

A media noche empezó a llover, anunciando una primavera abundante y generosa. A las seis seguía lloviendo a cántaros. Berto se colocó su vieja capa y salió a la calle. Aún no se había percatado bien de lo que significaba aquella lluvia bendita. Cómo no lo había pensado antes… El agua arrastraría al hombre hasta la zanja, y de ahí seguiría hasta el arroyo, hasta el río, por lo menos hasta la costa, flotando como un tronco a la deriva. Sería un ahogado más entre muchos, y nadie sospecharía que en aquel hueco se había iniciado la tragedia.

Toda la mañana estuvo más animado, aunque desmejoraba claramente. Por la tarde le dio el primer desmayo. Fue un leve mareo, la vista se le nubló, y sintió que el mundo lo abandonaba.

Al día siguiente faltó al trabajó y continuó empeorando. Como no se atrevía a ir al hueco, deambuló por todo el pueblo capturando periódicos y revistas y demás publicaciones en busca de algún indicio, de alguna información de un desaparecido, que salió tal día de su casa, con mascual ropa, y presumiblemente en estado de embriaguez; o de un ahogado sin identificar que apareció en el Caribe, mordisqueado por peces de agua dulce y de todas las aguas, con algas en el pelo y huevecillos de tilapia en el pabellón de la oreja. Pero poco a poco se iban apagando sus esperanzas ante aquella prensa imperturbable que sólo hablaba de la recuperación de envases y de los macheteros millonarios y bimillonarios…

Murió el Domingo de la Defensa, junto con el ruido de la alarma aérea y los primeros zambombazos. Estaba como vivo, con el mismo semblante de siempre, pero a Julia le bastó comprobar que a las siete y media de la mañana su marido seguía en la cama, para saber que estaba muerto.

Durante el velorio en su misma casa, alguien halló el cuerpo del borracho, atacado en el hueco, profiriendo amenazas en su Lengua intraducible. Lo llevaron al hospital, y varios días después deambulaba de nuevo, con la botella en la mano, simulando un viejo tango de Gardel. Los vecinos, por su parte, no tardaron mucho tiempo en habituarse a la ausencia de Berto, demostrando buen poder de recuperación. Únicamente la viuda maldecía al destino, y juraba entre lágrimas que una semana antes el difunto estaba fuerte y saludable… En cuanto al hueco, en fin…

Tomado del blog Retazos: http://www.desdecuba.com/retazos/