Estoy viendo estadísticas
recientes, sobre la situación de la Educación en México.
Altos índices
de deserción escolar. Poca comprensión lectora. Bajos indices en Matemáticas. Desconocimiento profundo de otras culturas y países. Incluso de los propios grupos étnicos nacionales.
Nuestros jóvenes al no
tener más que una preparación de 8 grados, de dudosa calidad, están obligados a
aceptar empleos mal remunerados.
Condición que los ata a una cadena de frustración. Y desventajas.
Quien crea que la educación,
la enseñanza, el aprendizaje no es algo necesario, debería investigar que hace
la gran diferencia entre sociedades desarrolladas y subdesarrolladas.
En casi todas las estadísticas
que veo, sale a relucir el alto costo de la Educación en México.
Es cierto que solo de
Educación no vive el hombre y no por tener acceso a estudios universitarios todos
nuestros estudiantes sea un factor que nos lanzará directo a transformar a este
país.
Sin embargo al tener una población más preparada en todos los sentidos,
tendremos la capacidad de producir, convivir y socializar con mayor
calidad de vida.
Entre los factores que
atentan contra la continuidad escolar se encuentran las altas cuotas que se
pagan por ofrecer estudios a nuestros jóvenes.
En ningún caso veo que sea
necesario cobrar cuotas ni al inicio, ni entre semestres, ni mucho menos para
hacer mejoras a los planteles educativos.
Es deber del Estado
ofrecer este tipo de instalaciones e incluso darles mantenimiento y pagar los
salarios de los docentes.
El pago de estas cuotas
afecta no solo la economía familiar, incide directamente en la continuidad
escolar.
Noto que se hace muy
poco o casi nada para remediar esta sangría a la paupérrima economía familiar y
cada inicio de curso miles de estudiantes se ven obligados a dejar de ir a las
escuelas por no poder pagar dichas cuotas.
Dónde está la ley que
acabe de regir la voracidad de los directores de escuelas, escudados en sus
consejos de padres de familia.
A quién le importa verdaderamente que hagamos
algo inteligente para sacar adelante a nuestros jóvenes, antes que la calle les
gane y sean convertidos en un problema para la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario